Existen numerosas especies que se suelen englobar bajo el nombre de “gecko diurno”, gran parte de estas especies pertenecen al género Phelsuma y dentro de este género la más famosa es la especie Phelsuma madagascariensis grandis. Estos geckos de costumbres diurnas habitan en zonas selváticas del norte de Madagascar y en algunas islas del Índico. Presentan un vivo color verde en todo su cuerpo con pequeñas motas de color rojo intenso cuyo número y disposición varía de unos ejemplares a otros. Además esta especie presenta una característica marca roja con forma de punta de flecha entre los ojos.
Esta especie de gecko es la que alcanza un mayor tamaño dentro del género de los Phelsuma, llegando a medir en estado adulto hasta 30cm en el caso de los machos y 25cm en el caso de las hembras, además son los más longevos alcanzando en ocasiones los 20 años. Presentan unos ojos grandes y redondeados que carecen de párpados y están adaptados a la luz del día, ayudando al gecko a capturar insectos o larvas que pueden formar parte de su dieta. Estos geckos son muy activos y nerviosos por lo que se recomienda no manipularlos más de lo necesario ya que un elevado nivel de estrés puede llevarles a soltar su cola como medida defensiva y aunque se les regenerará con el tiempo el proceso supone un gran gasto de energía para su organismo.
Alimentación
En la naturaleza estos reptiles tienen una dieta variada, atrapan insectos pero también se alimentan del néctar de las flores y del jugo de algunas frutas maduras. Al mantenerlos en cautividad nuestro objetivo es imitar esa variedad proporcionándoles distintos tipos de alimento. En cuanto al alimento vivo podemos ofrecerles tres veces en semana grillos, cucarachas, ninfas de langosta y gusanos de seda, además, como complemento podemos darles de vez en cuando gusanos de la miel y tenebrios. Para suministrar las presas vivas podemos colocar un recipiente en el interior del terrario para que sean los propios geckos los que se acerquen a cazarlas cuando lo deseen aprovechando que no podrán escapar del recipiente, y para presas que si puedan trepar o saltar lo más cómodo y seguro es ofrecérselas con unas pinzas para asegurarnos de que las ingieren en el momento y que no quedan libres por el terrario. Además como ya sabemos las presas vivas deben espolvorearse con calcio y vitaminas para garantizar una correcta nutrición.
Con respecto a las frutas, podemos ofrecerles frutas maduras no cítricas, como los albaricoques, los melocotones o los plátanos, estos últimos son sus favoritos, y la manera más cómoda de dárselos es colocando pequeños trozos de fruta en recipientes en el interior del terrario, retirando la fruta no consumida de un día para otro ya que si no lo hacemos se generará moho. Sin embargo como algunas de estas frutas son de temporada y no siempre las tenemos disponibles otra opción es el uso de potitos de frutas para bebes, ya que los geckos los aceptan de muy buen grado y podemos encontrarlos con facilidad, además de que podemos mantenerlos en la nevera durante varios días. Por último también se recomienda el uso de alimentos comerciales preparados específicamente para estos animales, pueden estar disponibles en forma de polvos o papillas y contienen todos los nutrientes y vitaminas que necesitan. Este conjunto de alimentos, sea cual sea la opción por la que nos decantemos se ofrecerán normalmente dos veces en semana.
Condiciones ambientales del terrario
Para mantener a una pareja de geckos diurnos las dimensiones mínimas del terrario serían de 50x50x80cm (largo, ancho, alto), es necesario priorizar en la verticalidad ya que estos animales tienden a pasar la mayor parte del tiempo trepando por ramas, troncos e incluso por los cristales y paredes del terrario. Los geckos disfrutarán de un terrario plantado, que ayudará a mantener la humedad y les aportará refugio bajo las hojas de las plantas. Algunas de las especies que se suelen utilizar para estos reptiles son las sansevierias, las bromelias, los potos y los helechos. En cuanto a la decoración, lo más común a la hora de instalar un terrario para geckos diurnos es el uso de varas de bambú, son las más utilizadas ya que es sabido que estos animales prefieren zonas lisas por las que trepar gracias a la efectiva adhesión de sus dedos, sin embargo podemos utilizar también otras maderas suaves como el eucalipto blanco.
La temperatura en el terrario debe estar entre los 25-28ºC con una zona de asolamiento que no supere los 34ºC y una bajada de unos 3ºC durante la noche. La humedad mantenerse entre el 65-75% y la mejor manera de conseguirlo es instalar un sistema de lluvia, además debemos tener en cuenta que estos animales normalmente no beben de recipientes si no que aprovechan las gotas de agua que quedan sobre las plantas, las paredes del terrario y los cristales, de modo que las lluvias frecuentes serán proveedoras de humedad y de agua para beber.
En cuanto a la iluminación será necesario instalar una bombilla o fluorescente de UVB de espectro completo para que así el gecko disfrute de unas condiciones similares a las de la luz solar.
Reproducción
Lo primero a la hora de reproducir geckos diurnos es asegurarnos de que tenemos una pareja formada por macho y hembra, para ello debemos fijarnos en que el macho presente poros femorales entre las patas traseras, lo cual distinguiremos como una línea de escamas diferentes con una coloración más oscura y una forma más cónica. Además también podemos observar en la base de la cola dos abultamientos generados por los hemipenes. En esta especie debemos acudir a este método de sexado ya que ambos sexos presentan la misma coloración y no son fáciles de distinguir.
Una vez que tengamos a la pareja podremos observar el cortejo del macho frente a la hembra, él intentará llamar su atención mostrando sus vivos colores, y si ella lo acepta entonces se acercará para efectuar la cópula introduciendo uno de sus dos hemipenes por la cloaca de la hembra.
A partir de entonces la hembra necesitará una alimentación completa y una gran aporte de calcio para asegurarnos de que los huevos se forman correctamente. Tras unos 20 o 30 días se efectuará la puesta formada por unos dos o tres huevos, los cuales suelen aparecer pegados entre si de dos en dos, puede que elijan colocarla entre las hojas de alguna planta o en el interior del bambú, por lo que deberemos estar atentos para poder retirar los huevos para su incubación.
Una vez en la incubadora los huevos serán mantenidos sobre vermiculita a una temperatura entre los 26-32ºC, y una humedad del 80%. Es sabido que a mayor temperatura mayor es la posibilidad de que nazcan machos y a temperaturas más bajas de que nazcan hembras. Tras un periodo de aproximadamente 45 o 65 días nacerán las crías las cuales deberemos mantener en un terrario separado de sus padres para evitar el posible canibalismo.
Fotos tomadas de:
dendroboard.com; backwaterreptiles.com; reptilescanada.com; todaysgecko.com; reptilur.com; bluechamaleon.com; imgur.com
