El Dragón barbudo o Pogona (Pogona vitticeps) se ha convertido con el tiempo en uno de los animales favoritos dentro del mundo de la terrariofilia, tanto por su buen comportamiento, como por lo sencillo que es su mantenimiento en cautividad. Las pogonas alcanzan edades de hasta 8 y 10 años y en su estado adulto su tamaño oscila entre los 40-50 cm en hembras y los 60 cm en machos.
Estos animales habitan en la naturaleza zonas desérticas y semidesérticas de Australia, aunque también podemos llegar a encontrarlos en bosques abiertos e incluso zonas costeras. Los dragones barbudos poseen una cabeza triangular de gran tamaño y un cuerpo robusto, la cola normalmente suele doblar la longitud del animal desde su hocico hasta la zona anal, presentan unas uñas fuertes que les permiten trepar por ramas y rocas y la parte baja de su barbilla está recubierta de numerosas escamas en forma de espinas que también se extienden por los laterales de su cuerpo. En los machos la zona espinosa del cuello puede presentar una coloración bastante oscura que dio lugar a que se les llamase dragones barbudos. Su coloración más habitual es marrón grisácea, con un patrón de manchas más oscuras en la zona del lomo. Sin embargo actualmente existen muchas otras variedades que se distinguen tanto por su coloración como por la forma de sus escamas.
Alimentación
Las pogonas son reptiles con un gran apetito, esto se debe a que en las zonas en las que habitan la competitividad entre miembros de la misma especie es feroz, por tanto conseguir aumentar de tamaño con rapidez es crucial ya que supone disminuir el número de depredadores que podrían atraparlos, al tiempo que el rango de presas para las propias pogonas aumenta. Además de esto, son reptiles que se alimentan absolutamente de cualquier cosa que puedan ingerir desde otros saurios, a insectos, artrópodos, huevos, plantas, etc…
Como animal omnívoro que es necesita una dieta variada para no presentar carencias nutricionales ni caer en el aburrimiento. La alimentación de las pogonas cuando son crías (considerando como crías las pogonas de hasta 3 meses) debe basarse unicamente en alimento vivo, las presas más apropiadas son los grillos, cucarachas, saltamontes, gusanos de seda, y de vez en cuando podemos ofrecerles también tenebrios y zophobas, aunque en menor medida debido a su alto contenido en grasas.
A partir de los 6 meses, cuando consideramos a los ejemplares como juveniles comenzaremos a incluir los vegetales en su dieta poco a poco, componiéndose así su dieta en un 80% de alimento vivo y un 20% de verduras. Les ofreceremos verduras como canónigos, espinacas, endivias, cardos, berros… Lo más cómodo es utilizar las mezclas de ensalada destinadas al consumo humano que podremos encontrar con facilidad en cualquier supermercado y además podemos añadir otras verduras como el calabacín, el apio, los guisantes, tomates y zanahorias y también frutas como los albaricoques, las fresas, las peras, el mango, etc… Se trata siempre de ir aprovechando las frutas y verduras de temporada para hacer que su dieta vaya variando a lo largo del año.
Una vez sean adultos su dieta se dividirá en dos mitades, 50% de vegetales y un 50% de alimento vivo. Ni que decir tiene que todos los insectos deben provenir de criadero, nunca debemos darles insectos encontrados en la calle o recogidos del campo ya que no podemos estar seguros de que carecen de insecticidas o fungicidas.
También es muy importante espolvorear las presas 2 o 3 veces en semana con calcio y una vez con vitaminas, fijándonos bien en que el calcio no lleve vitaminas, solo calcio. Lo más sencillo es coger un bote con un poco de calcio echar las presas dentro y moverlo de tal manera que todas queden cubiertas por el polvo.
Condiciones ambientales del terrario
Para un dragón barbudo adulto las medidas mínimas del terrario serían de 110x50x50 cm (largo, ancho, alto). El terrario debe constar de una buena estructura recreada con troncos y rocas que ayuden a la hora de aumentar la superficie útil para el animal, al tiempo que le ofrecemos distintas alturas en las que colocarse para asolearse y descansar. Ya que viven en zonas desérticas en la naturaleza nuestro terrario deberá recrear dichas condiciones y para ello tendremos que conseguir un gradiente de temperatura que alcance los 30ºC en la zona caliente y en torno a los 25ºC en la zona más fría. Es importante aún así que la humedad oscile entre el 30-40% y además la pogona debe tener acceso a un recipiente grande y poco profundo en el que pueda beber y bañarse si así lo desea, lo que le facilitará la retirada de la piel durante la muda.
En cuanto al sustrato, si lo que queremos es conseguir un entorno naturalizado lo más apropiado es utilizar la fibra de coco puesto que la arena, aunque en primera instancia pueda parecernos lo más cercano a lo que el animal encontraría en su entorno natural, es perjudicial para las pogonas ya que en ocasiones ingieren parte del sustrato al alimentarse y la arena podría provocarles obstrucciones intestinales, cosa que evitaremos si usamos la fibra de coco.
Para la iluminación necesitaremos una fuente de luz UVA /UVB de espectro completo y un spot que genere la zona caliente en la que el animal acudirá a asolearse.
Reproducción
Los dragones barbudos alcanzan la madurez sexual con un año de vida, sin embargo lo más apropiado es esperar al menos hasta los dos años para asegurarnos de la hembra es lo suficientemente grande y fuerte para soportar la cópula. El momento más apropiado para la reproducción de las pogonas es justo después de un periodo de hibernación. Al entrar en contacto el macho y la hembra comenzará el cortejo, el macho mostrará con movimientos de cabeza la zona espinosa de su barba y la hembra si está receptiva responderá aplanando su cuerpo contra el sustrato y levantando ligeramente la cola, en este momento el macho aprovechará para colocarse sobre ella mordiendo su cuello desde atrás, y entonces comenzará la cópula.
Una vez haya tenido lugar pasarán 6 semanas hasta la puesta, tiempo durante el cual deberemos alimentar muy bien a la hembra y proporcionarle dosis mayores de calcio, para la correcta formación de los huevos.
Poco tiempo antes de la puesta la hembra se mostrará muy activa y buscará un sitio donde desovar, haciendo excavaciones de prueba en varias zonas del terrario. Deberemos proporcionarle un lugar con un sustrato húmedo pero no encharcado y a una temperatura de 25-30ºC. Una vez la hembra encuentre el lugar adecuado desovará y pondrá entre 20 y 30 huevos.
Una vez realizada la puesta hay que proporcionarle mucho alimento a la hembra ya que el esfuerzo las deja exhaustas. No conviene dejar los huevos en el terrario ya que no sobrevivirían, lo mejor es sacarlos con mucho cuidado y vigilando no rotarlos nunca sobre su eje longitudinal ya que de lo contrario el embrión moriría.
Colocaremos los huevos en una tarrina con partes iguales de agua y vermiculita, la cual introduciremos en una incubadora a una temperatura comprendida entre los 26-29 ºC y una humedad relativa del 95%, bajo estas condiciones las pequeñas pogonas tardarán en nacer entre 50 y 80 días.